Autor: Ayn Rand
F. Publicación: 1943
Idioma: Español || GoodReads
Rating: ★★★★☆ (Tomo I)
A veces te encuentras con libros que tienen una trama totalmente enrevesada y son muy difíciles de entender, dudas incluso de tu capacidad de comprensión, así de crueles pueden ser unos libros. Pero luego hay otros que tienen una trama al parecer sencillísima pero te tienen párrafo tras párrafo, capítulo tras capítulo, completamente atento por más de 400 páginas. Por el título del libro y el inicio de éste, pensé que solo se centraría en estelago manantial y como dos familias se peleaban por su posesión, cuál telenovela brasilera de hace mucho años (no soy mucho de ver telenovelas pero las extrañas veces que lo hago, veo las brasileñas, esos tipos SÍ que saben sorprender). Lo curioso es que este pedazo de agua nunca más es mencionado en la novela.
Al principio creí que era muy a lo Fitzgerald, vanagloriando lo oh, grandiosos que son algunas personas. Es que así comienza, con un tipo como Howard Roark, tan extraño en su manera de ser, tan talentoso que no le importa lo que piensan los demás, buscando en cierta forma un refugio con su igual pero más viejo Henry Cameron, dos tipos que ven más allá de la arquitectura de inicios de siglo XX, algo así como los elegidos incomprendidos, eso al menos es lo que parece al inicio. ¿Cómo te explico a Howard? Es y no es lo que ahora hacemos de los hípsters, siempre a la vanguardia, solo no puedo etiquetar a Howard de hípster, él sólo es alguien que nunca piensa en nadie, su cerebro está únicamente concentrado en la arquitectura y sus diseños no apreciados. Es un tipo al que incluso no le importa si sus diseños gustan o no, Howard solo es. Como dice el libro, Howard solo es un tipo que te caerá mal porque jamás pensará en ti ni en lo que intentas pretender, es un tipo que te frustrará.
Y obviamente terminé casi enamorada de él. No quiero convertir mi reseña solo en “oh, Roark, love you, marry me” porque 1. A Roark le importaría un pepino y 2. El libro me gustó bastante como rebajarlo solo a eso. (Pero aviso: Roark is mine, bitches)
Una cosa curiosa que me pasó cuando leía EL MANANTIAL es que hubo varias ocasiones en que pensé en el escritor, y en especial en A Este Lado del Paraíso. Dominique Francon es un personaje conflictivo por lo que no pude sacarme de la cabeza que el escritor del El Gran Gatsby lo habría hecho espectacular, solo que una vez que continué leyendo caí en la cuenta que Dominique es un personaje hecho para al inicio no gustar y mucho menos simpatizar, creo que hasta llegué a odiarla muchas veces. Al final no amé sus acciones ni a ella en lo personal, pero sí se me hizo un personaje bastante complejo e interesante.
Cuando terminé de leer este primer tomo de EL MANANTIAL, no pude dejar de pensar que con el único otro libro que lo podría emparejar sería ‘Perdida’, la manera en que uno de los personajes importantes va desarrollando sus sabotajes tiene Dunne escrito por todos lados. La historia no es tan compleja como con Gone Girl, al contrario, pero si me pidieran emparejar (no comparar) sería con el libro que ya mencioné.
¿Es esta una serie? Mi libro dice “Fin de Tomo I” ¿Es esta la manera elegante que tenían antes de decir “¡Continúa leyendo más en la continuación de esta espectacular serie!”? Todo es muy sospechoso, kitten, voy a averiguar más. TENGO que saber que sigue.
EL MANANTIAL básicamente habla sobre la mediocridad, encarnada por Peter Keating, y como muchas veces tendemos a aplaudirla y premiarla, en este caso toda una ciudad, de cómo lo repetitivo es aceptado y nuestro gran miedo al cambio. Se me hizo sumamente fácil simpatizar con Roark, más allá de mi enamoramiento mientras leía, creo que todos en algún momento nos hemos sentido que por más que intentamos cambiar o hacer algo sobre un problema, nada pasa nada se soluciona y todo empeora, solo que no todos tienen la actitud tan desapegada de Howard.
Opinión conclusiva en la reseña del TOMO II
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F. Publicación: 1943
Idioma: Español || GoodReads
Rating: ★★★★☆ (Tomo I)
Es la historia de un joven e intransigente arquitecto, de su violenta lucha en contra de los estándares y convenciones del mundo y de su explosiva relación con una hermosa mujer que lo amó apasionadamente.
Novela audaz, original y brillantemente escrita, nos revela las vicisitudes de un hombre enfrentado a quienes intentan destruirlo.
Novela audaz, original y brillantemente escrita, nos revela las vicisitudes de un hombre enfrentado a quienes intentan destruirlo.
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A veces te encuentras con libros que tienen una trama totalmente enrevesada y son muy difíciles de entender, dudas incluso de tu capacidad de comprensión, así de crueles pueden ser unos libros. Pero luego hay otros que tienen una trama al parecer sencillísima pero te tienen párrafo tras párrafo, capítulo tras capítulo, completamente atento por más de 400 páginas. Por el título del libro y el inicio de éste, pensé que solo se centraría en este
¿De qué va EL MANANTIAL? ¿Qué tiene de especial?
Al principio creí que era muy a lo Fitzgerald, vanagloriando lo oh, grandiosos que son algunas personas. Es que así comienza, con un tipo como Howard Roark, tan extraño en su manera de ser, tan talentoso que no le importa lo que piensan los demás, buscando en cierta forma un refugio con su igual pero más viejo Henry Cameron, dos tipos que ven más allá de la arquitectura de inicios de siglo XX, algo así como los elegidos incomprendidos, eso al menos es lo que parece al inicio. ¿Cómo te explico a Howard? Es y no es lo que ahora hacemos de los hípsters, siempre a la vanguardia, solo no puedo etiquetar a Howard de hípster, él sólo es alguien que nunca piensa en nadie, su cerebro está únicamente concentrado en la arquitectura y sus diseños no apreciados. Es un tipo al que incluso no le importa si sus diseños gustan o no, Howard solo es. Como dice el libro, Howard solo es un tipo que te caerá mal porque jamás pensará en ti ni en lo que intentas pretender, es un tipo que te frustrará.
Y obviamente terminé casi enamorada de él. No quiero convertir mi reseña solo en “oh, Roark, love you, marry me” porque 1. A Roark le importaría un pepino y 2. El libro me gustó bastante como rebajarlo solo a eso. (Pero aviso: Roark is mine, bitches)
Fitzgerald, Fitzgerald, Fitzgerald
Una cosa curiosa que me pasó cuando leía EL MANANTIAL es que hubo varias ocasiones en que pensé en el escritor, y en especial en A Este Lado del Paraíso. Dominique Francon es un personaje conflictivo por lo que no pude sacarme de la cabeza que el escritor del El Gran Gatsby lo habría hecho espectacular, solo que una vez que continué leyendo caí en la cuenta que Dominique es un personaje hecho para al inicio no gustar y mucho menos simpatizar, creo que hasta llegué a odiarla muchas veces. Al final no amé sus acciones ni a ella en lo personal, pero sí se me hizo un personaje bastante complejo e interesante.
Cuando terminé de leer este primer tomo de EL MANANTIAL, no pude dejar de pensar que con el único otro libro que lo podría emparejar sería ‘Perdida’, la manera en que uno de los personajes importantes va desarrollando sus sabotajes tiene Dunne escrito por todos lados. La historia no es tan compleja como con Gone Girl, al contrario, pero si me pidieran emparejar (no comparar) sería con el libro que ya mencioné.
¿…Serie?
¿Es esta una serie? Mi libro dice “Fin de Tomo I” ¿Es esta la manera elegante que tenían antes de decir “¡Continúa leyendo más en la continuación de esta espectacular serie!”? Todo es muy sospechoso, kitten, voy a averiguar más. TENGO que saber que sigue.
EL MANANTIAL básicamente habla sobre la mediocridad, encarnada por Peter Keating, y como muchas veces tendemos a aplaudirla y premiarla, en este caso toda una ciudad, de cómo lo repetitivo es aceptado y nuestro gran miedo al cambio. Se me hizo sumamente fácil simpatizar con Roark, más allá de mi enamoramiento mientras leía, creo que todos en algún momento nos hemos sentido que por más que intentamos cambiar o hacer algo sobre un problema, nada pasa nada se soluciona y todo empeora, solo que no todos tienen la actitud tan desapegada de Howard.
Opinión conclusiva en la reseña del TOMO II
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